¿Cómo reparar la piel después del verano?

¿Cómo reparar la piel después del verano?

El verano es una de las estaciones que más dañan y castigan el bienestar cutáneo. La exposición solar, el mar y las altas temperaturas deshidratan produciendo sequedad y acelerando el envejecimiento prematuro. Para la entrada del otoño, repararla y prepararla es esencial para su bienestar. ¡Descubre cómo reparar la piel después del verano de forma sencilla!

¿Por qué reparar la piel después del verano?

El verano comporta cantidad de factores que dañan la piel (exceso de sol, aires acondicionados, sal marina, agua clorada, alimentación desequilibrada, etc.). Con la entrada del otoño y el cambio de temperatura, el bronceado desaparece y esos daños (manchas, sequedad, rojeces, quemaduras, etc.) empiezan a hacerse más visibles. Para minimizarlo al máximo, es imprescindible un buen cuidado dérmico todo el año y, sobre todo, reparar la piel después del verano.  

¿Cómo reparar la piel después del verano?

  1. Cuida, hidrata y nutre con constancia.
    En GGcare hemos elaborado el Pack reparación piel sensible para cuidarla y repararla con facilidad. Incluye Aceite jabonoso con pH neutro y Crema corporal calmente. Dos productos naturales de acción inmediata, con propiedades suavizantes, reparadoras, regeneradoras y antiinflamatorias que ¡devolverán el bienestar y la luz a tu piel!

  2. Aliméntate de forma equilibrada.
    Durante el verano se sale más y la correcta alimentación queda, en muchas ocasiones, en un segundo plano. Eso influye ( ¡y mucho! ) al estado de la piel. La falta de nutrientes reduce sus defensas, debilitándose, deshidratándose y dañándose con más facilidad. Llevar una buena alimentación es imprescindible para contribuir al equilibrio del organismo y al bienestar dérmico. Conoce más consejos de alimentación en nuestro blog para la alimentación.

  3. Realiza actividades que te proporcionen bienestar.
    Sentir felicidad o realizar actividades que producen bienestar, libera hormonas de la felicidad. Reduce los niveles de cortisol previniendo afecciones relacionadas con el estrés dérmico (acné, rojeces, sequedad o envejecimiento prematuro, etc.). Aumenta el colágeno, evitando la deshidratación y el envejecimiento cutáneo prematuro. Conoce más en  ¿Cómo aprovechar las emociones positivas para mejorar la piel?
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