Después de un largo día de trabajo, tensión o actividad, pueden aparecer dolores en la zona cervical. ¿Sabes por qué aparecen y cómo combatirlos con ejercicios sencillos? Si sueles sufrirlos, o bien, quieres prevenirlos, te interesará este blog.
¿Por qué aparecen los dolores cervicales?
Existen varios estudios que demuestran que el malestar cervical es común en la sociedad mundial. Si no se tiene en cuenta, puede convertirse en un malestar crónico muy molesto y afectar, incluso, al ámbito social, físico y psicológico de quien lo sufre. Aparece cuando el músculo recibe sobrecargas continuas, se pone rígido, es contractura y provoca dolor. Existen varios factores del día a día que pueden causarlos. Los más comunes:
- Malas posturas al sentarse, dormir o tomar peso, pueden sobrecargar y lesionar la zona.
- El estrés constante y el exceso de responsabilidades. Son cargas constantes que tensan la musculatura cervical, prácticamente sin que nos demos cuenta, provocando contracturas.
- Falta de descanso, exceso de actividad deportiva y actividades físicas mal ejecutadas.
- Sedentarismo y falta de tonificación muscular.
¿Cómo combatir los dolores cervicales?
Resulta complicado evitar ciertas responsabilidades y actividades del día a día que pueden ser causantes de las tensiones musculares. Sin embargo, estudios como Efecto de ejercicios específicos de los músculos cervicales profundos sobre la discapacidad funcional, la intensidad del dolor, el ángulo craneovertebral y la fuerza de los músculos del cuello en el dolor de garganta mecánico crónico publicado en Journal of Pain Research o Efectividad del ejercicio en trabajadores de oficina con dolor de cuello: revisión sistemática y meta-análisis publicado en South African Journal of Physiotherapy, concluyen que se pueden prevenir y mejorar las molestias de la zona con ejercicios específicos, sobre todo, de fuerza.
Ejercicios para mejorar el malestar cervical
Te compartimos tres tipos de ejercicios muy sencillos y que puedes realizarlos en cualquier momento del día. Aunque tengas poco tiempo, ve despacio y nota la respiración. El objetivo es hacer movimientos suaves y controlados. Convierte este momento en una terapia para aliviar el mal y, al mismo tiempo, en un momento de desconexión y relajación.
Movilidad, para aliviar
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¡Recuerda descansar, hacer actividad física adaptada a tus necesidades y capacidades, y llevar unos hábitos saludables para mejorar la calidad de vida y el bienestar!