Añade la canción a tu vida. Te hará más feliz y más saludable. Estudios recientes avalan cantar regularmente nos proporciona muchos beneficios a nuestro organismo y a nuestras emociones. Acostumbramos a cantar, canturrear, tararear o murmurar nuestras canciones o piezas de música favoritas.
A nuestro cerebro le encanta la música y se sabe que la guardamos incluso en nuestros genes. Así nos sentimos mejor cuando cantamos ya sea en la ducha, en el coche, realizando tareas en casa, paseando, practicando deporte o cocinando. Podemos escoger entre miles de melodías y estilos musicales. No solo nos divierte y nos hace felices, también nos alimenta. GGcare te cuenta algunos de sus beneficios más importantes.
Cantar regularmente:
-
Aumenta la inmunidad: reduce el nivel de cortisol (hormona del estrés) y baja la presión sanguínea aportando relajación inmediata y reforzando el sistema inmune.
-
Mejora la respiración: la práctica de cantar nos obliga a ejercitar más la respiración y los músculos del tórax aportando más oxígeno a nuestros pulmones y al sistema cardiovascular.
-
Fortalece los músculos: los músculos del paladar, garganta (mejora los ronquidos) el tronco y el cuello, por lo que es un ejercicio extraordinario. Además, si cantamos a diario tonificaremos nuestros abdominales.
-
Oxigena el cerebro: aumenta la concentración y la memoria. “La Asociación Alzheimer de EEUU” ha realizado varios estudios confirmando que el canto es de gran ayuda para los pacientes de Alzheimer. Les ejercita mentalmente, les ayuda a canalizar mejor sus emociones y a comunicarnos más satisfactoriamente con ellos.
-
Es un calmante natural: relaja los músculos faciales y previene el envejecimiento prematuro de la piel. También ayuda a recargar las pilas en momentos de cansancio, impaciencia y ansiedad mostrándonos el momento presente y relajándonos.
-
Aporta felicidad: en el interior del oído tenemos un pequeño y potente órgano “el sáculo” él se encarga de responder a la vibración del canto estimulando al cerebro para que libere endorfinas (moléculas de la felicidad) por eso, sentimos de inmediato placer y felicidad, mejorando los estados depresivos, de estrés y ansiedad. Además, al producir serotonina te levanta el ánimo, eleva la confianza en ti mismo y te aporta seguridad.
- Beneficia la sociabilidad: cantar en grupo hace que te sientas en sintonía con las demás. Genera un sentimiento participativo y de comunicación. Además, la felicidad grupal nos mejora la empatía y nos aumenta el ánimo.
De la misma manera que al escuchar música cuando cantamos nos impregnamos de un bienestar general, al que no controlamos, solo fluye y nos alimenta.