Con las altas temperaturas es muy importante refrescarnos y mantener una correcta hidratación corporal. Para ello, es habitual que nos aboquemos a los alimentos fríos. Pero, ¿es realmente la mejor opción?
La importancia de hidratarse
Una buena hidratación es clave para contribuir al bienestar cutáneo y el correcto funcionamiento de todo el organismo. Especialmente en verano, sudamos haciendo que perdamos líquidos con más facilidad. Si no nos hidratamos, la circulación de la sangre será dificultosa y esto influirá en el funcionamiento general del cuerpo.
Sudar es bueno para bajar la temperatura corporal, pero no esperes a deshidratarse o tener sed para tomar agua o dar la hidratación necesaria a tu cuerpo. De hecho, hay gran cantidad de alimentos que puedes ir consumiendo a lo largo del día para mantener una buena hidratación (frutas y verduras de temporada, zumos, tés o infusiones, etc.) y alternar con el agua.
¿Alimentos fríos o calientes cuando hace calor?
Apoyarnos en alimentos y bebidas muy frías en verano es usual. Pero sorprendentemente, y contrariamente a lo que pensamos, cuanto más frío sea el que ingerimos, más calor tendremos. ¡Sí, has leído bien! Tomar, por ejemplo, un vaso de agua muy fría no te refrescará ni te quitara la sed, aunque aparentemente pueda parecer. Sólo reducirá la temperatura del estómago y, como consecuencia, el organismo deberá generar energía extra para calentarlo y equilibrar la temperatura corporal (36º-37º), haciendo así que estemos más acalorados.
Sabiendo esto, podemos pensar que una bebida caliente en verano sería ideal, pero... a quien le apetece volver de la playa y tener que tomar un vaso de agua caliente, ¿verdad? La cuestión es no hacer un contraste brusco de temperatura entre tu cuerpo y lo que ingieres. De esta forma, cuando tengas calor consume alimentos y bebidas con una temperatura ambiente, será la mejor forma de calmar la sed, hidratarte y de conseguir bienestar en un ambiente cálido. Esto significa que no puedas tomar nada frío, ¡claro que sí! Pero recuerda, cuanto más frío sea, más trabajará el cuerpo para compensar la temperatura y más calor tendrás.