El estrés provoca una respuesta natural del cuerpo, pero el estrés crónico puede afectar negativamente nuestra salud física y emocional, incluyendo la sensación de picor en el cuerpo. Te lo contamos en este artículo.
La relación entre el estrés y los picores en el cuerpo
Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera una serie de sustancias químicas, incluyendo cortisol y adrenalina, que activan la respuesta de "lucha o huida". Estas sustancias pueden afectar la piel y desencadenar diversas reacciones, incluyendo picores y sensaciones de irritación. Además, el estrés también puede contribuir al desarrollo de afecciones de la piel existentes o empeorar las condiciones preexistentes, como la dermatitis atópica, el eczema o la psoriasis, que a menudo se acompañan de picor intenso.
El estrés puede desencadenar picores en diferentes partes del cuerpo, incluyendo el cuero cabelludo, el rostro, los brazos, las piernas y el torso. Estas sensaciones de picor pueden variar desde leves a intensas y, en algunos casos, pueden volverse crónicas, lo que lleva a un ciclo de rascado que puede empeorar la irritación y causar daño en la piel.
Además de los efectos directos del estrés en la piel, el estrés también puede contribuir a comportamientos que empeoran los picores, como el rascado compulsivo. Cuando nos sentimos estresados, es común recurrir a comportamientos de alivio, como rascarse o frotarse la piel, buscando una sensación de alivio momentáneo. Sin embargo, este rascado puede dañar la piel y causar inflamación adicional, lo que perpetúa el ciclo de picor y estrés. En GGcare tenemos la Crema corporal calmante con unos ingredientes naturales que alivian el picor de forma instantánea favoreciendo que la acción de rascarse ya no sea necesaria, y con propiedades hidratantes y reparadoras para la piel afectada.